ADIÓS A LA TIERRA

En el mes de noviembre de 2019, en una ciudad china, hace su aparición un virus al que el hombre decide ponerle por nombre COVID19. He escuchado muchas versiones acerca de su origen, he escuchado muchas versiones de su mortalidad, y de su contagio. No quiero discutir ninguno de estos puntos, ni quiero divagar en diferentes opiniones y conjeturas de los que está plagado el internet. Pero si quiero expresar algún pensamiento que me ha estado rondando la cabeza durante los últimos días.

Lo que me parece sumamente interesante es que al parecer todos opinan que no es mortal, muchos dicen que es como una gripe fuerte que no nos puede hacer mayor daño, exceptuando a las personas mayores o los que tienen afecciones de salud. Pero me pongo a pensar, si no es tan serio, como es posible que algo tan diminuto, que esta fuera de nuestro alcance natural de visión, tenga de rodillas a toda la población mundial. Y al decir de rodillas no hago referencia a que están orando a Dios, más bien, me refiero a que ha hecho estragos en la locomoción, la economía, la forma de cohabitar, la forma de trabajar, la forma de comprar e incluso estoy seguro que provocará cambios notables en la ciencia y la tecnología.

Dicho de otra forma, estoy seguro de que este es el tiempo del nacimiento de un nuevo sistema y tendremos que adaptarnos y dejar atrás el mundo tal y como lo conocemos como sistema, tendremos que adaptarnos a un movimiento vertiginoso en la tecnología, en campos como el comercio electrónico, la falta de clases presenciales, sustituidas por las virtuales, provocando que una nueva generación de adeptos al internet se desarrolle y provocando con ello un alejamiento en las interrelaciones personales, que por cierto va de la mano de la nueva manera de saludarnos y la necesidad del distanciamiento social, del que no sabemos con exactitud cuánto tiempo durará.

Sé que puedo parecer un extravagante y exagerado fatalista, pero nada está más lejos de la realidad, puesto que para mí todo esto no es mala noticia. Es simplemente lo que nos tocó vivir.

Es un tiempo de cambio, que por lo regular siempre implica cierto grado de incomodidad, puesto que somos sacados de nuestra rutina y algunas veces de nuestra zona de confort.

Ahora me podrás preguntar por la perspectiva bíblica de esta entrada del blog (mi bitácora cristiana), pues déjame decirte que para todo en la vida del cristiano, Dios tiene un propósito. Déjame darte algunos ejemplos:

Israel debía ir al desierto para salir de la esclavitud de Egipto, era necesario el proceso del desierto para poder cambiar su vida de un sistema conocido y acostumbrado, que aunque presentaba incomodidades, era algo a lo que estaban acostumbrados, después de vivir 400 años como esclavos.

^LBA  Éxodo 5:1 Después Moisés y Aarón fueron y dijeron a Faraón: Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: "Deja ir a mi pueblo para que me celebre fiesta en el desierto." (Exo 5:1 LBA)

En ese momento de cambio, la generación llamada a salir de ese sistema, era una generación que había nacido en una cultura que tuvo que desaprender en el desierto y reaprender en la tierra prometida. Pero vemos que Israel siempre tuvo la columna de humo para darle cobertura durante el día y la columna de fuego para alumbrarle y protegerle en la oscuridad de la noche.

²¹ El SEÑOR iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarlos, a fin de que anduvieran de día y de noche. ²² No quitó de delante del pueblo la columna de nube durante el día, ni la columna de fuego durante la noche. (Exo 13:21-22 LBA)

Aun el Señor Jesús siendo el Cristo, el Hijo de Dios, Dios encarnado en un cuerpo de hombre, antes de iniciar su ministerio, después de ser bautizado en el Jordán tuvo que ir al desierto para ser probado en todo

Luk 4:1 Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu en el desierto 

Otro ejemplo de los momentos difíciles que pueden llegar a nuestra vida, y quizás uno de los mas Fuertes, es el ejemplo de Job, quien era un hombre acaudalado, y bendecido en muchas cosas, sin embargo, todos sabemos que satanás fue autorizado para quitarle sus bendiciones, pero no para tocar su vida.

Esto me lleva a pensar entonces en lo que hizo este varón, que pasó por un proceso que debo reconocer que quizás yo no hubiera soportado, pero la Biblia nos deja ver que en medio de todo, fue firme en su fe

^R60  Job 1:22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.

Job no culpa a Dios, no renegó, aun y cuando su esposa le recriminaba por tener fe

⁹ Entonces su mujer le dijo: --¿Todavía te aferras a tu integridad? ¡Maldice a Dios, y muérete! ¹⁰ Pero él le respondió: --¡Has hablado como hablaría cualquiera de las mujeres insensatas! Recibimos el bien de parte de Dios, ¿y no recibiremos también el mal? En todo esto Job no pecó con sus labios. (Job 2:9-10 RVA)

De igual manera entonces, en este tiempo de cambio, lo más probable a mi parecer, es que tendremos que adaptarnos, tendremos que re aprender a vivir en un nuevo sistema, al que muchos quizás no estemos preparados para abrazar, pero creo firmemente que el cambio es inevitable y no podemos quedarnos postrados lamentándonos por lo que dejamos atrás, para no perder la posibilidad de disfrutar las nuevas bendiciones que Dios debe traer para nosotros con ese cambio. Si amamos a Dios, tendremos la posibilidad y la capacidad de sacar lo bueno de esta situación, recordemos lo que dice el apóstol Pablo en la carta a los romanos

²⁸ Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que le aman, esto es, a los que son llamados conforme a su propósito. ²⁹ Sabemos que a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo; a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos. ³⁰ Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó. ³¹ ¿Qué, pues, diremos frente a estas cosas? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? ³² El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará gratuitamente también con él todas las cosas? (Rom 8:28-32 RVA)

Para terminar entonces con este pensamiento, quisiera extraer y analizar algunos puntos de este párrafo bíblico:

1.     Dios hace que todas las cosas sean para nuestro beneficio, es nuestro Padre, no puede desear nada malo para sus hijos.

a.     ^LBA  Mateo 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden? (Mat 7:11 LBA)

2.     Nosotros no escogimos ser hijos de Dios, eso es parte de su plan perfecto desde antes de enviarnos a la Tierra,

a.     ^LBA  Juan 15:16 Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. (Joh 15:16 LBA)

3.      Dios no tiene un plan “B”, nada de lo que pasa es una casualidad, todo es resultado de los que hacemos y cómo lo hacemos, es el principio eterno de la siembra y la cosecha

a.     ^BNP  Gálatas 6:7 No se hagan ilusiones: de Dios nadie se burla. Lo que uno siembra eso cosechará. (Gal 6:7 BNP)

4.     Nosotros somos predestinados, pero podemos retrasar la llegada a la meta que nos fue trazada, así como el pueblo de Israel, que pudo haber recorrido el camino a a la tierra prometida en un tiempo corto, pero tardaron 40 años, y tuvo que ser una nueva generación la que entrara a vivir en el nuevo sistema,

a.     ¹³ "Levantaos ahora, y cruzad el torrente de Zered." Y cruzamos el torrente de Zered. ¹⁴ Y el tiempo que nos llevó para venir de Cades-barnea, hasta que cruzamos el torrente de Zered, fue de treinta y ocho años; hasta que pereció toda la generación de los hombres de guerra de en medio del campamento, como el SEÑOR les había jurado. (Deu 2:13-14 LBA)

5.     Por vivir suspirando por el sistema pasado (los ajos, las cebollas, los puerros, los pescados, las ollas de carne que tenían en la esclavitud del sistema de faraón) en vez de ver el nuevo (la tierra prometida que los esperaba, llena de leche, miel, casas, frutos inmensos) con esperanza y deseo verdadero de adaptarse, muchas veces no fueron capaces de ser agradecidos con las bendiciones de Dios (sus zapatos crecían con ellos, sus ropas no se desgastaban, siempre encontraban agua, tenían alimento que caía del cielo exclusivo para ellos, etc.).

Entonces, este es el tiempo de detenernos a pensar que Dios nos quiere bendecir todo el tiempo, sus planes son de bienestar y no de calamidad para sus hijos.

¹¹ "Porque yo sé los planes que tengo para vosotros" -- declara el SEÑOR -- "planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. ¹² "Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé. ¹³ "Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón. (Jer 29:11-13 LBA)

No podemos atrevernos a temer por lo que está pasando, ni mucho menos atribuir despropósitos a Dios,

^BNP  Romanos 9:20 Y tú, hombre, ¿quién eres para replicar a Dios? ¿Puede la obra reclamar al artesano por qué la hace así? (Rom 9:20 BNP)

lo que nos corresponde hacer es aceptar Su Santa Voluntad, hacer caso de las instrucciones y prepararnos para recibir los cambios que vienen en nuestro futuro inmediato, dando gracias por tener la oportunidad de vivir cada día, pidiendo la sabiduría y la fortaleza para poder seguir adelante sin desmayar y así alcanzar aquello que el Señor  quiere que alcancemos. Así que cobremos ánimo, dejemos de pelear contra el sistema, no nos preocupemos por lo que quieren hacer con la humanidad, después de todo, solo podrán hacer lo que Dios permita que sea hecho, más bien, hagamos todo lo que este de nuestra parte para adaptarnos a los tiempos, sin dejar de buscar mejorar cada día nuestra relación con nuestro Padre, con Jesucristo su Hijo y con su Santo espíritu.

^LBA  Santiago 1:12 Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman. (Jam 1:12 LBA)