lunes, 2 de julio de 2018

¿PROBADO O APROBADO?


PROBADOS Y APROBADOS

Sal 11:5-7 El SEÑOR prueba al justo y al impío, y Su alma aborrece al que ama la violencia. Sobre los impíos hará llover carbones encendidos; fuego, azufre y viento abrasador será la porción de Su Copa. Pues el SEÑOR es Justo; Él ama la justicia; los rectos contemplarán Su Rostro. 

¿Quién no recuerda los días de exámenes en la educación primaria? Al menos en la etapa en la que ya habíamos tomado conciencia de lo que representaban las calificaciones y nos preocupábamos el día de la entrega de notas y lo que dirían nuestros padres.

Es interesante que la Biblia nos muestre que, en el plano espiritual, también somos evaluados, somos probados por Dios y podemos ser aprobados o reprobados. Pero lo importante no es solamente el hecho de tener que aprobar, lo importante es estar conscientes de la razón por la que somos probados, Dios no lo hace sin un propósito determinado, Sus Planes son perfectos y son de bienestar para nuestro futuro (Jer 29:11).

Veamos algunas de las razones por las que somos probados:

Somos probados para ser refinados: (Sal 66:10) Porque tú nos has probado, oh Dios; nos has refinado como se refina la plata.
Dios nos prueba para sacar de nosotros todo lo que no sirve, lo que no nos deja ser puros, lo que nos resta valor como humanos.

David fue probado en sus palabras (Sal 17:3): Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba y nada hallaste; he resuelto que mi boca no peque. 
Al igual que Dios probó a David, José (una figura de Jesucristo en el A.T.) probó las palabras de sus hermanos y los puso en una situación muy difícil. La Biblia nos enseña en 1Co 10:11 que todo lo que fue dejado escrito es un ejemplo para nosotros, a los que nos ha tocado vivir el final de los tiempos, para que no cometamos los errores y aprendamos de los aciertos del pueblo de Dios, de los que nos habla la Palabra del Señor.
Dios nos prueba en lo que decimos, para que nuestra boca no nos ate con lo que decimos. La palabra que sale de nuestra boca tiene poder, por eso es que, con el corazón se cree para justicia y con la boca confesamos para salvación.
Somos probados en el Servicio y debemos estar no solo dispuestos, sino ser diligentes y manejar con destreza la Palabra para ser obreros aprobados (2Tim 2:15).

Si somos predicadores de La Palabra de Dios, somos probados en la Sana Doctrina (Pro 30:4):  ¿Quién subió al cielo y descendió? ¿Quién recogió los vientos en sus puños? ¿Quién envolvió las aguas en su manto? ¿Quién estableció todos los confines de la tierra? ¿Cuál es su Nombre o el Nombre de su Hijo? Ciertamente tú lo sabes. 5  Probada es toda palabra de Dios; Él es escudo para los que en El se refugian. 6  No añadas a Sus Palabras, no sea que Él te reprenda y seas hallado mentiroso. 
A Tito le recomiendan ser cuidadoso de la Sana doctrina y le enseñan que esto debe ser una característica de los Ancianos de la Iglesia (Tit 1:9; 2:1). Dios nos prueba con el fuego de Su Palabra, no solo como la plata, sino también como el oro (Zac 13:9) y demanda de nosotros que seamos cuidadosos de ser fieles a ella cuando la predicamos (Jer 23:28)

También somos probados en el Fuego de la aflicción (Isa 48:10):  He aquí, te he purificado, pero no como a plata; te he probado en el crisol de la aflicción.
Cuando hablamos de aflicción y de fuego, siempre lo relacionamos con desierto, con las pruebas difíciles; algunas veces llegan esos momentos duros a nuestra vida y nos preguntamos por qué debemos pasarlos, pero la pregunta apropiada debe ser, ¿para qué debemos pasarlos? En el Plan Perfecto siempre hay una enseñanza en cada momento que vivimos.
Dios no nos abandona en medio de la prueba, siempre hay maná en el medio del desierto y esto es para probarnos, que aprendamos humildad y para prepararnos para el bien que el Señor nos hará (Deu 8:16).



En la vituperación somos probados (1Pe 4:12-14): Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que en medio de vosotros ha venido para probaros, como si alguna cosa extraña os estuviera aconteciendo; 13 antes bien, en la medida en que compartís los padecimientos de Cristo, regocijaos, para que también en la revelación de su gloria os regocijéis con gran alegría. 14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, dichosos sois, pues el Espíritu de gloria y de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, por ellos Él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado. 
El Señor nos dejó la advertencia de que por causa de su Nombre seríamos excluidos, vituperados, odiados por las naciones, perseguidos, metidos en tribulaciones e incluso muertos en algunos casos. Esta prueba viene a nosotros para que nos regocijemos y demos testimonio de nuestra fe, honrando Su Nombre.



Con Adversarios difíciles, para obediencia a la Voluntad de Dios (Jue 2:21-23; 3:1-3): Tampoco yo volveré a expulsar de delante de ellos a ninguna de las naciones que Josué dejó cuando murió, 22  para probar por medio de ellas a Israel, a ver si guardan o no el camino del SEÑOR, y andan en él como lo hicieron sus padres. 23  Así pues, el SEÑOR permitió que aquellas naciones se quedaran allí, sin expulsarlas enseguida, y no las entregó en manos de Josué. 
El Señor probó a su pueblo dejándole difíciles adversarios aun después de haber alcanzado la Tierra Prometida, primero que nada, para probar si eran obedientes a Su Voluntad y luego para capacitarlos para la batalla, de igual manera nosotros necesitamos ser capacitados para la batalla espiritual que debemos librar todos los días, no contra seres humanos como nosotros, sino contra principados, potestades, huestes y gobernadores de maldad en las regiones celestes (Ef 6:10-13).

Con diferencias entre hermanos, para darnos madurez (1Co 11:18):  "En primer lugar, he oído que cuando se reúnen como iglesia, hay divisiones entre ustedes, y me temo que hasta cierto punto sea verdad." 19  No hay duda de que habrán diferencias entre ustedes. Así es como se identifica a los que son aprobados.
El apostol pablo no habla de diferencias entre enemigos, habla de diferencias dentro de la iglesia, divisiones que se dan para que se manifiesten los que dan la talla para ser aprobados. Si el Señor nos ordena amar a nuestros enemigos, ¿cuánto mas no debiéramos amar a los hermanos que por alguna diferencia de pensamiento se puedan oponer a nosotros? Esta es la forma en la que Dios nos probará para darnos madurez y el espíritu de mansedumbre necesario para restaurar a los demás (Gal 6:1-2).

Con sujeción a la paternidad del alma, para que amemos sinceramente y vivamos sin ansiedades (Fil 2:22 NBLH):  Pero ustedes conocen los probados méritos de Timoteo, que sirvió conmigo en la propagación del evangelio como un hijo sirve a su padre.
A través de esta prueba vamos aprendiendo a humillarnos bajo los domas que representan la mano de Dios, porque en esos dedos (sus ministros primarios) se esconde Su Poder (Hab 3:4), al aprender esto aprendemos a reconocer autoridad sobre nuestras vidas, obediencia y sujeción, que nos trae bendición y derrota para nuestros enemigos (Ex 23:20-22).

En fe, en lo que te parece imposible, para bendición y liberación (Jua 6:1):  Después de esto, Jesús se fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. 2  Y le seguía una gran multitud, pues veían las señales que realizaba en los enfermos. 3  Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos. 4  Y estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. 5  Entonces Jesús, alzando los ojos y viendo que una gran multitud venía hacia El, dijo* a Felipe: ¿Dónde compraremos pan para que coman éstos? 6  Pero decía esto para probarlo, porque El sabía lo que iba a hacer. 7  Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no les bastarán para que cada uno reciba un pedazo. 

La biblia nos enseña que sin fe es imposible agradar a Dios, y El siempre premiará nuestra capacidad de creer lo que aún no logramos ver (Heb 11:6). Debemos tener la convicción de que para Dios todo es posible (Mt 19:26), todas las cosas son posibles para quien le cree a Dios (Mr 9:20), y si tenemos esa fe, Jesucristo dijo que podríamos hacer cosas mas grandes que las que él había hecho en determinados momentos (Jn 14:12).

Bienaventurado aquel que es puesto bajo prueba… Muchos no somos muy partidarios de esta aseveración, a ninguno le agrada la idea de tener que atravesar los desiertos, pero ni el mismo Señor Jesucristo, siendo el Verbo encarnado, siendo El Hijo de Dios, siendo Dios mismo, evadió el pasar por el desierto antes de iniciar Su Ministerio en la Tierra. Cabe hacer notar que al final del capitulo tres del evangelio según S. Mateo, El Señor desciende al Jordán (humillación) para ser bautizado, al emerger del agua se abren los cielos y se escucha la Voz del Padre que dice que se complace en su Hijo, allí mismo desciende la paloma que lo lleva al desierto.

Cuando somos probados y salimos aprobados entonces nos espera la paz de poder disfrutar de las bendiciones de Dios para nuestra vida (Ecl 9:7) y recibiremos la corona de la vida prometida para los que aman a Dios (Stg 1:12).

¡Si estas atravesando momentos difíciles, ten animo! Dios está obrando en tu vida y solo quieres que aprendas alguna lección que te hará feliz y te dara esperanza y un mejor futuro. Bendiciones

Jeremías 29:11 (BLS)  Mis planes para ustedes solamente yo los sé, y no son para su mal, sino para su bien. Voy a darles un futuro lleno de bienestar.





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