Los Hijos de Isacar (aprendamos a entender los tiempos)
1Cr 12:32 De los hijos de Isacar, expertos en discernir los tiempos, con conocimiento de lo que Israel debía hacer...
Nuestro
Dios es un Dios Eterno, que nos ha dado Su Gracia desde la eternidad
(2Tim 1:9), nos ha hablado desde hace mucho tiempo, en múltiples formas en
diferentes tiempos (Heb 1:1) nos ha puesto en un tiempo en esta dimensión, un
tiempo que variaría para nosotros en el momento que abandonemos esta Tierra. Por
ejemplo, si viviéramos en un planeta diferente, como Mercurio, nuestro día
tendría 58 días y 15 horas terrestres, mientras en Júpiter duraría solo 9 horas
y 50 minutos, y si viviéramos en Venus, un día duraría 243 días terrestres,
mientras su año es de 224 días terrestres, o sea que un día es más largo que un
año.
Cuando vemos estos fenómenos naturales del
universo, podemos entender entonces que no todo puede ser medido por las
unidades de cronos del hombre, y esto nos deja ver con más claridad que los
caminos del Señor nos son nuestros caminos (Is 55:8) y podemos entender mejor
que el apóstol Pedro no usa una figura literaria para enseñarnos que el Tiempo
de Dios es diferente a nuestro tiempo (2P 3:8).
Entonces, también podemos
entender que la Biblia nos enseña que hay un tiempo señalado para todo y un
tiempo para cada suceso bajo el Cielo, es decir bajo la Voluntad del Creador de
todo (Ecl 3:1).Cuando vemos el talento dado por Dios a los descendientes de
Isacar, debemos entender que el Pueblo de Dios necesita de siervos que le
puedan ayudar a discernir los diferentes tiempos de los acontecimientos que se
dieron, se dan y se van a dar. De allí la importancia de la comprensión de los
tiempos y el estudio de la escatología, y asi mismo la razón de los intentos
del enemigo de desviar a los humanos con artilugios como la adivinación y
horóscopos, distorsionando las cosas y confundiendo a quienes le prestan
atención a estas cosas, que los convierte en abominables para el Señor (Deu
18:10-12)
Cuando David llega a Hebrón a recibir el reinado
que había sido de Saúl, entre ellos iban los descendientes de Isacar para
indicar a Israel lo que debían hacer. De igual manera nosotros debemos aprender
a discernir los tiempos que estamos viviendo, empezando a entender que si no
nos s revelado dicho tiempo, no podremos vivir por ejemplo, el reposo decretado
para este año y los venideros.
Algunos ejemplos de tiempos que debemos ser
enseñados y aprender a observar:
·
Tiempo de dar fruto y dejar de ser estériles (Gen 18:14; 21:2): aquí vemos que cuando Dios determina la llegada de un tiempo, nada es
imposible para El, y asi determino que un matrimonio que humanamente creía
imposible tener un hijo, se convirtieron en la ascendencia de multitudes. Si no
hemos dado fruto, Dios quiere bendecirnos para que dejemos de ser estériles.
·
El tiempo de reconocer las bendiciones en las tierras a conquistar (Nm
13:17-20): Moisés envió a sus espías en el tiempo
de recoger las mejores uvas para hacer el vino, es el tiempo de llenarnos de
gozo, de ver las bendiciones en vez de las dificultades, sin embargo la mayoría
solo pudieron ver el tamaño de la oposición.
·
Tiempo de exaltación (1P 5:6): Dios exalta al
que se humilla bajo su poderosa mano, los cinco ministerios, debemos entender
que hay un tiempo de ser instruidos, de ser enseñados, de reconocer autoridad y
estar bajo ella y si esperamos en Su Tiempo, el Señor nos dará la tarea que
quiera que hagamos en Su Obra.
·
El tiempo de la recompensa a la obediencia (Lv 26:5-12): el Señor determina un final del tiempo de trilla (sufrimiento) al
llegar el tiempo de la vendimia (gozo), que debe dar paso al tiempo de la siembra
(diezmo y ofrenda).
·
El tiempo de morir (2R 2:1-4): Cuando David
vio llegar los días del final de su tiempo den esta Tierra, sabía que solo
cambiaría de dimensión y por eso tuvo la solvencia de dar indicaciones a su
hijo, preparándolo para lo que debía cumplir como rey, a pesar de su corta
edad. Seguramente David sabía que estaba a cuentas con Dios, habiéndose
arrepentido de todo lo malo que hizo durante su vida. De Igual manera Israel
instruye a José, para que no lo entierre en Egipto, nosotros debemos morir a
nuestra carne y romper todo vínculo con el mundo
·
Tiempo de levantarse en guerra (2S 11:1-4): aquí vemos a un David que se
queda durmiendo hasta tarde en un tiempo de levantarse e ir a la batalla, por
lo que desvía su mirada hacia la mujer que lo hace pecar contra Dios. no
podemos adormecernos ni acomodarnos en
tiempos de batallar.
·
Tiempo de arrasar al enemigo (2Cr 20:1-3): A pesar de su error con Betsabé, David era un hombre definido contra el
enemigo, un guerrero decidido, como cuando enfrenta a Goliat corriendo a la
batalla (1S 17:41) o cuando le piden 100 prepucios de los filisteos y en su
lugar entrega 200 a Saúl (1S 18:25-27) y de esa manera arrasa con los enemigos
derrotados por el general Joab. Saúl recibe orden de arrasar a su enemigo y
desobedece y es desechado por Dios de su reinado (1S 15:18-23)
·
Tiempo para lo material y para lo espiritual (2 Reyes 5:25- 27): Giezi va tras Naamán para pedirle un pago por su sanidad, desobedeciendo
al profeta Eliseo y por ello termina contaminado con la misma lepra. Debemos
discernir el tiempo de trabajar en lo material y el tiempo de buscar lo
espiritual (Mt 6:31-33) porque la ambición siempre nos traerá angustia y nos
alejará del tiempo de reposo (1Tim 6:10)
·
Tiempo de angustia, salvación y fidelidad (Neh 9:27,28): Hay tiempos de clamar por la misericordia del Señor en medio de nuestra
angustia, pero cuando seamos escuchados será un tiempo de recordar sus
misericordias y apartarnos de los malos caminos para no fallarle más. Asi
mismo, cuando veamos a alguien angustiado, debemos recordar que quien nos ama
verdaderamente siempre está para apoyarnos en tiempos difíciles (Pr 17:17)
·
Tiempo de visitación (Lc 19:41-44): Al
entrar a Jerusalén, el Señor llora por la ciudad diciendo que no saben lo que
los puede conducir a la paz (reposo). Si no discernimos el tiempo de la
instrucción y la visitación, no podremos entrar en el Reposo decretado para
nuestras vidas.
·
Tiempo de gran tribulación (Daniel
12:1-3): Creemos y sabemos
que viene un tiempo de una angustia como nunca han vivido los hombres, sin
embargo, no podemos olvidar que tenemos la oportunidad de ser rescatados de ese
tiempo terrible, estamos viviendo tiempos peligrosos
La Palabra del Señor nos enseña que a su
pueblo le fueron predicadas las buenas nuevas, se las predicó el mismo Verbo
hecho carne, el Unigénito de Dios y no supieron comprender el tiempo glorioso
que estaban viviendo; siguen aún esperando la venida del Mesías, por lo que no
creyeron y cayeron en pecado de desobediencia. La Biblia nos enseña que si
clamamos, seremos escuchados y nos darán respuesta y nos mostrarán cosas
grandes que no conocemos (Jer 33:3). Clamemos pues para ser como los hijos de
Isacar y como una tribu profética, tengamos discernimiento para vivir y para
guiar a otros mientras esperamos el Tiempo de ser levantados a las nubes.
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