miércoles, 13 de junio de 2018

LOS HIJOS DE ISACAR


Los Hijos de Isacar (aprendamos a entender los tiempos)

1Cr 12:32 De los hijos de Isacar, expertos en discernir los tiempos, con conocimiento de lo que Israel debía hacer...


Nuestro Dios es un Dios Eterno, que nos ha dado Su Gracia desde la eternidad (2Tim 1:9), nos ha hablado desde hace mucho tiempo, en múltiples formas en diferentes tiempos (Heb 1:1) nos ha puesto en un tiempo en esta dimensión, un tiempo que variaría para nosotros en el momento que abandonemos esta Tierra. Por ejemplo, si viviéramos en un planeta diferente, como Mercurio, nuestro día tendría 58 días y 15 horas terrestres, mientras en Júpiter duraría solo 9 horas y 50 minutos, y si viviéramos en Venus, un día duraría 243 días terrestres, mientras su año es de 224 días terrestres, o sea que un día es más largo que un año.

Cuando vemos estos fenómenos naturales del universo, podemos entender entonces que no todo puede ser medido por las unidades de cronos del hombre, y esto nos deja ver con más claridad que los caminos del Señor nos son nuestros caminos (Is 55:8) y podemos entender mejor que el apóstol Pedro no usa una figura literaria para enseñarnos que el Tiempo de Dios es diferente a nuestro tiempo (2P 3:8).

Entonces, también podemos entender que la Biblia nos enseña que hay un tiempo señalado para todo y un tiempo para cada suceso bajo el Cielo, es decir bajo la Voluntad del Creador de todo (Ecl 3:1).Cuando vemos el talento dado por Dios a los descendientes de Isacar, debemos entender que el Pueblo de Dios necesita de siervos que le puedan ayudar a discernir los diferentes tiempos de los acontecimientos que se dieron, se dan y se van a dar. De allí la importancia de la comprensión de los tiempos y el estudio de la escatología, y asi mismo la razón de los intentos del enemigo de desviar a los humanos con artilugios como la adivinación y horóscopos, distorsionando las cosas y confundiendo a quienes le prestan atención a estas cosas, que los convierte en abominables para el Señor (Deu 18:10-12)

Cuando David llega a Hebrón a recibir el reinado que había sido de Saúl, entre ellos iban los descendientes de Isacar para indicar a Israel lo que debían hacer. De igual manera nosotros debemos aprender a discernir los tiempos que estamos viviendo, empezando a entender que si no nos s revelado dicho tiempo, no podremos vivir por ejemplo, el reposo decretado para este año y los venideros.

Algunos ejemplos de tiempos que debemos ser enseñados y aprender a observar:

·         Tiempo de dar fruto y dejar de ser estériles (Gen 18:14; 21:2): aquí vemos que cuando Dios determina la llegada de un tiempo, nada es imposible para El, y asi determino que un matrimonio que humanamente creía imposible tener un hijo, se convirtieron en la ascendencia de multitudes. Si no hemos dado fruto, Dios quiere bendecirnos para que dejemos de ser estériles.
·         El tiempo de reconocer las bendiciones en las tierras a conquistar (Nm 13:17-20): Moisés envió a sus espías en el tiempo de recoger las mejores uvas para hacer el vino, es el tiempo de llenarnos de gozo, de ver las bendiciones en vez de las dificultades, sin embargo la mayoría solo pudieron ver el tamaño de la oposición.
·         Tiempo de exaltación (1P 5:6): Dios exalta al que se humilla bajo su poderosa mano, los cinco ministerios, debemos entender que hay un tiempo de ser instruidos, de ser enseñados, de reconocer autoridad y estar bajo ella y si esperamos en Su Tiempo, el Señor nos dará la tarea que quiera que hagamos en Su Obra.
·         El tiempo de la recompensa a la obediencia (Lv 26:5-12): el Señor determina un final del tiempo de trilla (sufrimiento) al llegar el tiempo de la vendimia (gozo), que debe dar paso al tiempo de la siembra (diezmo y ofrenda).
·         El tiempo de morir (2R 2:1-4): Cuando David vio llegar los días del final de su tiempo den esta Tierra, sabía que solo cambiaría de dimensión y por eso tuvo la solvencia de dar indicaciones a su hijo, preparándolo para lo que debía cumplir como rey, a pesar de su corta edad. Seguramente David sabía que estaba a cuentas con Dios, habiéndose arrepentido de todo lo malo que hizo durante su vida. De Igual manera Israel instruye a José, para que no lo entierre en Egipto, nosotros debemos morir a nuestra carne y romper todo vínculo con el mundo
·         Tiempo de levantarse en guerra (2S 11:1-4): aquí vemos a un David que se queda durmiendo hasta tarde en un tiempo de levantarse e ir a la batalla, por lo que desvía su mirada hacia la mujer que lo hace pecar contra Dios. no podemos adormecernos ni acomodarnos  en tiempos de batallar.
·         Tiempo de arrasar al enemigo (2Cr 20:1-3): A pesar de su error con Betsabé, David era un hombre definido contra el enemigo, un guerrero decidido, como cuando enfrenta a Goliat corriendo a la batalla (1S 17:41) o cuando le piden 100 prepucios de los filisteos y en su lugar entrega 200 a Saúl (1S 18:25-27) y de esa manera arrasa con los enemigos derrotados por el general Joab. Saúl recibe orden de arrasar a su enemigo y desobedece y es desechado por Dios de su reinado (1S 15:18-23)
·         Tiempo para lo material y para lo espiritual (2 Reyes 5:25- 27): Giezi va tras Naamán para pedirle un pago por su sanidad, desobedeciendo al profeta Eliseo y por ello termina contaminado con la misma lepra. Debemos discernir el tiempo de trabajar en lo material y el tiempo de buscar lo espiritual (Mt 6:31-33) porque la ambición siempre nos traerá angustia y nos alejará del tiempo de reposo (1Tim 6:10)
·         Tiempo de angustia, salvación y fidelidad (Neh 9:27,28): Hay tiempos de clamar por la misericordia del Señor en medio de nuestra angustia, pero cuando seamos escuchados será un tiempo de recordar sus misericordias y apartarnos de los malos caminos para no fallarle más. Asi mismo, cuando veamos a alguien angustiado, debemos recordar que quien nos ama verdaderamente siempre está para apoyarnos en tiempos difíciles (Pr 17:17)
·         Tiempo de visitación (Lc 19:41-44): Al entrar a Jerusalén, el Señor llora por la ciudad diciendo que no saben lo que los puede conducir a la paz (reposo). Si no discernimos el tiempo de la instrucción y la visitación, no podremos entrar en el Reposo decretado para nuestras vidas.
·         Tiempo de gran tribulación (Daniel 12:1-3): Creemos y sabemos que viene un tiempo de una angustia como nunca han vivido los hombres, sin embargo, no podemos olvidar que tenemos la oportunidad de ser rescatados de ese tiempo terrible, estamos viviendo tiempos peligrosos


La Palabra del Señor nos enseña que a su pueblo le fueron predicadas las buenas nuevas, se las predicó el mismo Verbo hecho carne, el Unigénito de Dios y no supieron comprender el tiempo glorioso que estaban viviendo; siguen aún esperando la venida del Mesías, por lo que no creyeron y cayeron en pecado de desobediencia. La Biblia nos enseña que si clamamos, seremos escuchados y nos darán respuesta y nos mostrarán cosas grandes que no conocemos (Jer 33:3). Clamemos pues para ser como los hijos de Isacar y como una tribu profética, tengamos discernimiento para vivir y para guiar a otros mientras esperamos el Tiempo de ser levantados a las nubes.

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