martes, 18 de septiembre de 2018

ENEMIGOS A LA PUERTA




Juan 10:7-10 Entonces Jesús les dijo de nuevo: En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas.  8 todos los que vinieron antes de mí son ladrones y salteadores, pero las ovejas no les hicieron caso.  9 Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto.  10 el ladrón sólo viene para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Introducción: Jesucristo es La Puerta de las ovejas, es nuestra puerta, aquella por la que podemos ser trasladados a una dimensión diferente, a una nueva vida, una vida distinta a la que teníamos en el mundo, alejados de Dios y muertos en el pecado (Col 2:13-14). El apóstol Juan fue trasladado al cielo y allí vio una puerta abierta a la que es llamado para darle nueva revelación de las cosas que han de acontecer (Ap 4:1) e inmediatamente ve al Señor.  
Desarrollo: Hay distintas clases de puertas, que como en cualquier habitación, conducen a distintos ambientes. Hay puertas en las que hallamos bendición e impartición (Hch 3:2-7), puertas de redención (Rt 4:1-2; 9-10), puertas de justicia y honra (Est 6:10-12), o puertas de perdón y oportunidad (2S 18:4-5)
Existe una puerta ancha, o sea una puerta fácil de hallar y cruzar, pero que conduce a la perdición. Existe otra puerta no tan fácil, una angosta, que nos conduce a la vida y que no muchos logran cruzar (Mt 7:13-14), pero debemos esforzarnos por hallarla y cruzarla (Lc.13:24).
Obviamente el enemigo siempre nos querrá obstruir para que no alcancemos la vida en abundancia que el Señor nos ofrece. Y por eso apuesta enemigos en nuestro camino para que no podamos cruzar el umbral de la puerta y no podamos pasar a nuevas dimensiones de nuestro desarrollo, para que no podamos ser equipados y formados hasta alcanzar la estatura que debemos alcanzar (Ef 4:11-13).
Por lo anterior debemos tratar de identificar a los enemigos que están acechando a la puerta y que buscan confundirnos para que caigamos en error y nos perdamos la vida eterna.
Ø  EL ENOJO Y LA CONTIENDA (GN 4:6-8): El primer obstáculo que podemos encontrar para pasar a una nueva dimensión es el pecado producido por airarnos, a Caín se le advierte que debe ejercer dominio de ese enemigo que yace a la puerta, pero motivado por la ira y los celos, falla y ensucia sus manos y peca contra su hermano (1Tim 2:8) debemos tener cuidado de dominar el pecado , si llegásemos a enojarnos (Ef 4:26), debemos purificar nuestras manos y no permitir que se conviertan en manos homicidas (1Jn 3:15). Busquemos la paz con todos y la santidad, para poder cruzar la puerta y ver al Señor (Heb 12:14).
Ø  PALABRAS ENGAÑOSAS (JER 7:1-11): Dios pone al Profeta (de la misma manera que sigue poniendo a sus ministros) a la Puerta para hacer la amonestación y la advertencia acerca de las palabras engañosas. Somos advertidos en la Palabra de Dios acerca de los peligros de los últimos tiempos (2Tim 3:1-6) con hombres malos que se meten a las casas – obviamente por las puertas- Las naciones son engañadas con hechizos (Pharmakeia) de Babilonia (Ap 18:23-24). Babilonia es mencionada como una ciudad de comercio, hoy hay mercaderes de la fe que hechizan con falsas doctrinas e inducen al pueblo a errar. En el v. 24 vemos que esta ciudad esta manchada por la sangre de los profetas y los santos. Aun los salvos corremos peligro de ser engañados (Mt 24:23)
Ø  LA MURMURACIÓN (NUM 12:5-10): Miriam y Aarón tenían una posición dentro de la congregación, eran líderes, supuestos a ser ejemplo para el pueblo, pero aun así había aspectos de Moisés con los que no estaban de acuerdo, esto los conduce a la murmuración, que es lo contrario de entrar por las puertas con acción de gracias (Sal 100:4). Ella termina contaminada con lepra (pecado) y Moisés debe de interceder por ellos (ministración) Dios le escupe el rostro y la saca del campamento, por lo que se detiene la marcha del pueblo (Num 12:15). La serpiente engaña a Eva murmurando de Dios, diciendo que era mentira que iban a morir si comían del árbol que no les era permitido (Gen 3:1-5), tengamos cuidado con las artimañas de error del enemigo (Ef 4:14).
Ø  EL DESDÉN O MENOSPRECIO (1S 3: 17-18): El profeta Samuel empieza a escuchar la voz de Dios después de aproximadamente 400 años sin que nadie la oyera y le advierte a Elí lo que va a suceder a su casa, debido a que sus hijos obran de mala manera con el pueblo, menospreciando la ofrenda de Dios (1S 2:17) porque eran indignos y no conocían al Señor (1S 2:1). Hay maldición para quien hace la obra de Dios de manera indolente (Jer 48:10) y quienes desprecian el conocimiento son desechados del sacerdocio (Os 4:6). Nuestros hijos deben ser instruidos para que conozcan a Dios y no se olviden de la Ley, así serán siempre recordados por Él.
Ø  LA INCREDULIDAD (2R 7:19-20): Cuando no tenemos fe, no podemos disfrutar de las bendiciones del Señor, como le sucede al oficial real, que muere a la puerta solo viendo la bendición, pero sin poder disfrutar de ella. Por la fe, Enoc fue arrebatado y esa fe es necesaria para el que quiere acercarse a Dios y agradarle (Heb 11:5)
Ø  El ADULTERIO (Pro 5:3-10): Este enemigo es muy sutil (v.3) desvía de la doctrina y confunde el corazón (v.4) trae pobreza, que es lo contrario a lo que hallaremos al entrar por Cristo. Esta puerta le da entrada al devorador.
Conclusiones: al escudriñar la palabra de Dios encontraremos siempre las formas en que el Señor nos advierte para que no seamos engañados por el enemigo de nuestras almas. Por eso es importante que siempre busquemos beber del agua de la Palabra de Dios. El Rey David deseó beber del pozo junto a la puerta de la Casa del Pan (2S 23:15-17), Ezequiel vio la Gloria de Dios en la Puerta (Ez 43:1-4), el Señor se manifestó a Abraham en la puerta de su tienda (Gen 18:1-2), el Señor trae su doctrina a quienes abren y cruzan la puerta       (Can 5:2) y siempre está tocando a la puerta para que al abrirla, alcancemos salvación y tengamos comunión con Él (Ap 3:20).

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