martes, 28 de agosto de 2018

Las Buenas Flechas



                                                                                                                                                                                 
Las Buenas Flechas
Sal 127:3-5  He aquí, don del SEÑOR son los hijos; y recompensa es el fruto del vientre. Como flechas en la mano del guerrero, así son los hijos tenidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba; no será avergonzado cuando hable con sus enemigos en la puerta.

Hola amigo lector, he estado un poco ocupado en las cosas de la vida secular, pero no quise dejar pasar mas días sin que pudiéramos platicar de La Palabra de Dios. En esta publicación discutiremos un tema interesante sobre las buenas y las malas flechas. empezaré diciendo que la Biblia compara a los hijos con flechas, que están en la mano del Valiente.
Hemos sido enseñados acerca de la paternidad y entendemos que Dios es el Padre de los espíritus, tenemos padres biológicos que Dios usó para engendrarnos un cuerpo (Heb 12:9) y tenemos que aprender a reconocer -por medio del Espíritu Santo- un padre del alma, que es el ministro que nos cubre, ya que ha sido usado por Dios para engendrarnos por medio del evangelio como lo enseña el Apóstol Pablo (1Co 4:15).

El Apóstol Pedro nos dice que debemos humillarnos bajo la Poderosa Mano de Dios (1P 5:6) para ser exaltados a su debido tiempo. Entendemos que la Mano del Señor son los 5 ministerios y también hemos aprendido que de la Mano de Dios salen rayos y que es allí donde se esconde Su Poder (Hab 3:4). Entonces, La Mano de Dios son los ministros que emiten rayos que también son comparados con flechas (Zac 9:14). Los ministros son los encargados de preparar a los santos para la obra del ministerio (Ef 4:11-12) es decir que los santos son las flechas que están bajo la sombra de los ministerios primarios.

Las flechas se guardan en aljabas, para estar cuidadas y preparadas al momento de ser lanzadas, la palabra aljaba en el heb es H827 אַשְׁפָּה ashpá que nos habla de cobertura y significa aljaba o estuche de flechas. Según el diccionario Thayer BDB definitions, significa Casa de los instrumentos de Dios.
Las flechas son preparadas en la aljaba a la sombra de la Mano de Dios (Is 49:2). Pero hay que notar que existen distintas clases de flechas, y también hay diferentes usos para las mismas, hay quienes las usan para cazar, o las usan para la guerra, pueden ser usadas para el bien o para el mal. Por ejemplo, son usadas para atacar a la gente honesta (Sal 11:2 PDT), para clavar el corazón del hombre honesto (Sal 11:2 BLA). En las congregaciones también puede haber flechas mal usadas, como las palabras venenosas (Sal 64:3 PDT) que pueden llegar a matar a las ovejas (Sal 64:3 BLS) o bien pueden ser mentiras que se lanzan como flechas (Jer 9:3), causando daño a los hermanos.
Cuando las flechas se llegan a desordenar dentro de la aljaba, pueden llegar a enredarse y en un determinado momento esto puede hacer que no sirvan para ser lanzadas o que se caigan de la aljaba, perdiendo su protección y preparación; en la trasgresión de los labios, es decir en actos como la murmuración, puede haber enredos (Pr 12:13). El hombre sensato debe evitar enredarse en contiendas (Pr 20:3).

Ahora analicemos algunas Características de una buena flecha:

  • ·         Debe tener una caña recta (Pr 21:29): la caña es el cuerpo de la flecha que al ser recto asegura la trayectoria de su vuelo, para alcanzar el blanco, el hombre que es recto asegura su camino, se sujeta, no comete imprudencias, no hace nada sin ser antes instruido
  • ·        Debe ser Aguda, de punta afilada (Jer 51:10): Las flechas afiladas son usadas para destruir a Babilonia, es decir para combatir a la confusión, por eso es importante que seamos preparados e instruidos en la Sana Doctrina, para que no seamos confundidos, para poder caminar recto y sin desviarnos. Las flechas en la aljaba del Señor son Afiladas, Agudas, perspicaces, para no ser engañados por cualquier doctrina. El Señor nos envía -nos lanza- como ovejas en medio de lobos, y nos instruye para que seamos “Astutos, agudos como serpientes” (Mt 10:16).
  • ·         Una buena flecha tiene plumas que le dan estabilidad: Las plumas son parte de las alas, es decir que la flecha debe tener cobertura (Sal 91:4) que le defina una ruta, que le ayude a no desviarse. Una cobertura que, aunque algunas veces parezca disminuir la velocidad de la flecha, le da estabilidad en su vuelo. Las plumas dan estabilidad en el vuelo y esto nos habla de pedir sabiduría a Dios, creyendo que nos será dada, para que no seamos llevados de un lado a otro por vientos de doctrinas que no son la sana doctrina (Stg 1.5-8)
  • ·       Las flechas son extensiones del poder del Arquero (Zac 9:14-16): Cuando somos verdaderos hijos espirituales, nos convertimos en las flechas del ministerio y somos lanzados, como ya dijimos, a hacer la Obra. Para ayudar, para edificar al cuerpo de Cristo, para que alcancen la victoria sobre sus enemigos y demos la talla que Dios quiere de nosotros, la estatura del Varón Perfecto.
  • ·       Las saetas de Dios siempre cumplen su cometido (1R 22:34): El Rey Acab estaba huyendo y había engañado a quienes le perseguían, pero Dios ya había determinado lo que habría de pasarle, así que un arquero tiró una flecha sin siquiera apuntar y la flecha atinó a introducirse por uno de los puntos débiles de la armadura de Acab y asi murió. Dios nos llama para hacer su obra y su llamamiento y los dones que nos da para cumplirlo son irrevocables (Ro 11:29-31) y el que empezó la buena obra, habrá de terminarla (Fil 1:6).


Cuando el ministro que nos cubre nos envía, él es el arco que lanza las flechas, podemos ir con la certeza de que lo que fuimos enviados a hacer será realizado con bendición, aun y cuando haya enemigos que se opongan, si obedecemos la instrucción y nos esforzamos lograremos alcanzar la victoria (2R 13: 17-18). Las flechas del Gibbor tienen poder de hacer prodigios (Hab 3:11 PDT; Mr 16:17-18), cosas que para algunos pueden parecer incluso, imposibles. Como flechas no podemos salirnos de la aljaba por nuestra cuenta, debemos mantenernos protegidos hasta el momento de ser lanzados, debemos permanecer en la casa de los instrumentos de Dios (Sal 27:3-4)

Podríamos decir que eso es algo que corresponde a los que sirven en tal o cual iglesia, pero en realidad nos concierne a todos los que profesemos ser cristianos, puesto que la Gran comisión es ir y predicar el evangelio a toda criatura, hacer discípulos en las naciones y bautizarlos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Los cinco ministerios (Ef 4:11-13) fueron constituidos por Jesucristo, para equipar a los santos para que puedan hacer la obra del ministerio edificando así el cuerpo de Cristo, o sea que a todos nos correspondería hacer la obra, por lo tanto, cuando nos deleguen cualquier labor de edificación de la iglesia, nos convertimos en flechas en la aljaba del Valiente.

Gracias por dedicarle un tiempo a esta lectura, espero pronto tener el privilegio de dejar otro tema en este rincón virtual y espero que sea de bendición y edificación para quién lo lea, saludos y bendiciones!

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